Un estudio realizado a casi 20 mil mujeres sanas con intención de quedarse embarazadas reveló que el consumo de grasas poliinsaturadas afectaba directamente a la fertilidad.

Las mencionadas grasas están en los alimentos fritos, los «snacks» envasados, los alimentos horneados comercialmente y otras fuentes, y son conocidas por elevar el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes.

Por cada 2% de aumento en la cantidad de calorías que una mujer consumía de grasas trans en lugar de carbohidratos, los investigadores hallaron que el riesgo de infertilidad aumentaba un 73%. Y subió al 79% por cada 2% de energía en grasas trans si reemplazaban las grasas poliinsaturadas omega-6. Y el riesgo de infertilidad se duplicó por cada 2% de calorías derivadas de las grasas trans en lugar de las grasas monoinsaturadas.