Las infecciones en las mujeres embarazadas se han relacionado con un mayor riesgo de trastornos del neurodesarrollo, como el autismo, en el niño más adelante, pero no parece que sean las infecciones en sí las que causan el autismo, según un estudio de investigadores del Instituto Karolinska de Suecia publicado en ‘The Lancet Psychiatry’.
«Nuestros resultados pueden tranquilizar a los futuros padres, ya que indican que las infecciones durante el embarazo pueden no suponer un riesgo tan grande para el cerebro del bebé como se pensaba», afirma Hakan Karlsson, investigador del Departamento de Neurociencia del Instituto Karolinska y autor principal del estudio.
Al igual que en estudios anteriores, los investigadores pudieron comprobar que las infecciones que requerían atención especializada durante el embarazo estaban relacionadas con un mayor riesgo de autismo y discapacidad intelectual en los niños.
Pero cuando los investigadores estudiaron a los hermanos, el resultado fue diferente. En las comparaciones entre parejas de hermanos en las que la madre había tenido una infección durante un embarazo pero no en el otro, no pudieron encontrar ninguna relación entre la infección y el riesgo de autismo de los niños. En cuanto a la discapacidad intelectual, la relación fue más débil cuando los investigadores compararon parejas de hermanos que cuando compararon niños sin parentesco.
«La relación entre las infecciones en mujeres embarazadas y el mayor riesgo de autismo en sus hijos no parece ser causal. Nuestros resultados sugieren que es más probable que el aumento del riesgo se explique por factores comunes entre los miembros de la familia, como la variación genética o ciertos aspectos del entorno compartido»
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