Tanto la microbiota intestinal como la vaginal y endometrial son importantísima para la fertilidad. En el caso de la microbiota intestinal afecta tanto al esperma como a los óvulos, ya que si existe una alteración puede provocar problemas hormonales, inflamación crónica, más oxidación celular, menor absorción de nutrientes, alteraciones en el sistema inmune, no eliminación de tóxicos o de estrógenos o andrógenos, e incluso hormonas tiroideas. Para lograr un embarazo es necesario que todo esté equilibrado, para así mejorar la calidad de los óvulos, que el endometrio no esté inflamado, que el sistema inmunológico no ataque al embrión, que la tiroides funcione correctamente, que los niveles de minerales y vitaminas estén en rango para ayudar a la evolución del embarazo… El intestino es una parte importantísima de nuestra fertilidad.