Las mujeres con antecedentes de endometriosis presentaban mayores concentraciones de cadmio en la orina que las que no tenían ese diagnóstico, según un estudio de la Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos), que sugiere que el metal tóxico podría estar relacionado con el desarrollo de la endometriosis.
El cadmio es un metal tóxico y un «metaloestrógeno», lo que significa que puede actuar como la hormona estrógeno. La exposición al cadmio suele producirse por la inhalación del humo del tabaco y el consumo de alimentos contaminados, como las espinacas y la lechuga.
Los investigadores señalan que se necesitan más estudios para confirmar sus hallazgos. Upson apunta que este trabajo forma parte de una investigación más amplia que estudia los factores cotidianos que pueden aumentar la exposición a metales tóxicos en las mujeres, así como el impacto de los metales tóxicos en la salud ginecológica. Hall planea incorporar los factores ambientales en sus investigaciones en curso sobre la endometriosis y otras afecciones ginecológicas.