La autoexploración mamaria consta de dos fases:
1. Nos colocaremos ante un espejo con los brazos caídos y giraremos el tronco a uno y a otro lado para observar si hay algún bulto, zonas enrojecidas, o una textura similar a la piel de naranja, así como hoyuelos o eccemas.
2. Después levantaremos los brazos y los pondremos detrás de la cabeza para comprobar que el contorno de los pechos es uniforme y que ambos se elevan de la misma manera.
Una segunda fase sería la de palpación en la que palparemos cada una de las mamas con la mano contraria utilizando la yema de los dedos. Para explorar la mama derecha pondremos el brazo derecho detrás de la cabeza y con la yema de los dedos de la mano izquierda iremos palpando la mama, el pezón, y la axila del lado derecho.
Es más, para la realización de la autoexploración se usan básicamente tres tipos de movimientos:
1. Un primer movimiento comenzaría en el centro de la mama y haría movimientos circulares abarcando toda la mama.
2. Un segundo movimiento en zigzag vertical y luego horizontal, desde un lado hacia el otro, abarcando toda la mama.
3. Y un tercer movimiento mediante comprensiones suaves, desde la parte externa hacia la zona central y la areola de la mama.
4. No debemos olvidar apretar los pezones para comprobar si sale algo de líquido, así como explorar las axilas, en este caso con los brazos bajados; gran parte de los tumores se originan en la parte de la mama cercana a las axilas.