La infección por el SARS-CoV-2 se asocia a un mayor riesgo de parto prematuro, pero sólo en el caso de las mujeres infectadas en su último trimestre, según una investigación publicada en la revista de acceso abierto ‘PLOS ONE’. El estudio, realizado con más de 5.000 mujeres embarazadas, es uno de los primeros que analiza los resultados del embarazo de las pacientes con COVID-19 por trimestre.El estudio se realizó desde el 21 de febrero de 2020 hasta el 2 de julio de 2021. De las mujeres infectadas, el 17,4% se infectó con COVID-19 durante el primer trimestre, el 34,2% durante el segundo y el 48,4% durante el tercer trimestre.La infección por COVID-19 en el primer y segundo trimestre no se asoció a un mayor riesgo de parto prematuro. Sin embargo, las mujeres infectadas en el tercer trimestre tenían 2,76 veces más probabilidades de sufrir un parto prematuro, mientras que las mujeres infectadas después de las 34 semanas de gestación tenían más de siete veces más probabilidades de sufrir un parto prematuro.La tasa de rotura de aguas antes del inicio del parto fue menor en las mujeres infectadas (39,1%) que en las no infectadas (58,3%), y las proporciones de cesáreas y pérdida de bebés fueron similares en ambos grupos.