Uno de los mayores temores de muchas mujeres conforme van cumpliendo años es el prolapso uterino o de órganos pélvicos. Este ocurre cuando los músculos del suelo pélvico se estiran y se debilitan, dejan de proporcionar un sostén adecuado para el útero, de forma que este se desliza hacia la vagina o sobresale de ella, ocasionando diferentes molestias y problemas para la salud de la mujer.
El prolapso uterino es el descenso del útero desde su posición anatómica habitual. También pueden descender los compartimentos vaginales y otros órganos pélvicos como la vejiga o el recto. Con frecuencia aparecen varios órganos prolapsados en la misma paciente. El descenso de cualquiera de estos órganos se engloba dentro del término ‘prolapso de los órganos pélvicos’ o POP.
Se trata de una patología muy frecuente entre las mujeres que han tenido hijos por vía vaginal; aunque un amplio porcentaje de mujeres están asintomáticas, y posiblemente no van a necesitar un tratamiento.
Sobre sus síntomas, el principal, y también el más frecuente de cualquier POP es la sensación de un bulto en los genitales externos. En ocasiones pueden asociarse síntomas urinarios, defecatorios, dolor, o incluso dificultad en las relaciones sexuales.