Durante el desarrollo fetal, antes de que el reloj biológico empiece a funcionar por sí mismo, los genes del reloj en desarrollo del feto responden al comportamiento rítmico de la madre, según un nuevo estudio publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS Biology’.Los núcleos supraquiasmáticos (NSQ), estructuras dentro del hipotálamo, son los guardianes del tiempo del cuerpo. La actividad rítmica de los genes en las células de los NSQ gobierna a su vez la actividad de muchos otros genes tanto a nivel local como en otras partes del cuerpo, influyendo en última instancia en una amplia variedad de comportamientos rítmicos circadianos, incluyendo la alimentación y el sueño.Sin embargo, la actividad rítmica de los genes comienza en serio relativamente tarde en el desarrollo del feto, lo que plantea la cuestión de si las influencias maternas influyen en la actividad de los genes dentro del NSQ antes del nacimiento.»Nuestros datos revelan que en el desarrollo de los núcleos supraquiasmáticos fetales, los estímulos maternos pueden sustituir a una red intercelular de sinapsis ausente e impulsar los ritmos de las poblaciones celulares antes de que el reloj del NSQ madure completamente», destaca Sumová científica del estudio.»La inesperada amplitud y especificidad de la respuesta de las células del NSQ a las señales maternas subraya la importancia de un sistema circadiano materno sano durante el embarazo, y señala el impacto potencial de la ausencia de tales señales en los niños nacidos prematuramente», destaca.